Tarde de cine para días con nubes.

Así me siento, como el día, con nubes. Y también dando gracias por estar aprendiendo que las nubes forman parte del paisaje, forman parte de la vida, y es gracias a ellas que podemos apreciar lo hermoso que luce el sol, cuando luce, como fuente de vida y energía.

Estos tiempos en que transito algo tristona, tirando el carro para adelante, sabiéndome privilegiada y a un tiempo prisionera. Son extrañas las paradojas en las que nos vemos inmersas en la vida, las personas. Siento un miedo inmenso y una gran tristeza, en este momento en que personas queridas empiezan a irse, y a la vez siento cierta esperanza al pensar que la vida sigue y que voy a tener fuerza para vivir el instante presente acompañando y respirando lo que de hermoso tenemos todavía. En los momentos finales de una vida me viene a la mente la necesidad que hay de sentirse en paz, de perdonar y de perdonarse, soltar la rabia por lo que no se hizo o por lo que pudo hacerse de otro modo.

Ahora no tengo tiempo de seguir con estas disquisiciones. Esta próxima madrugada hará dieciséis años que me puse de parto de una preciosa niña. Hoy celebramos su aniversario y ella está empezando una vida preciosa como ella. Así que me quedo con este rayo de luz e ilusión de buenos momentos.

Vuelvo hoy, primer día del año 2018. No es que se hayan disipado los nubarrones, que aún andan por ahí dando guerra. Sin embargo algunos rayos de luz parece que iluminan algo el camino.
Esta ha sido una tarde de cine. He recuperado una película que vi hace muchos años en el Verdi, aquel cine de Barcelona en el que tanto disfruté. Antonia's line, una película con mucho sentido. Una saga de mujeres valientes, lúcidas y hermosas, que viven la vida como quieren vivirla, sin hipocresias y rompiendo moldes. Una historia que me emociona y sigue gustándome después de tanto tiempo. Un canto a la vida, a la libertad,  al amor, a la justicia y a la determinación. Un revulsivo, en estos tiempos de involución en que muchos aún se atreverían a prohibir de las carteleras este título, tachándola de inmoral y libertina. Y es que aún queda mucho personal de mente estrecha , retorcida y con ganas de imponer su orden al resto de mortales. Recomiendo mucho este título y el debate posterior. Valorar que en este mundo cada cual pueda actuar como quiera siempre desde la voluntad de no hacer daño a nada ni a nadie.