La TERP: una nueva via de autoconocimiento, crecimiento, equilibrio y salud.

¿Qué puedo contaros sobre la risa? Puedo deciros muchas cosas, y entre todas la que hoy más me viene a la cabeza es que la risa como práctica habitual es un equilibrador de nuestro miedo.

Una de las cuatro emociones básicas es el miedo, que en su justa medida nos es muy útil. ¿Cómo no? Sin miedo seríamos tan intrépidos que nuestra vida correría serio peligro. Sin embargo hay otro miedo, el que nos limita la vida, nos impide ir más allá de nuestra zona de confort, y ese es el miedo improductivo que podemos equilibrar a través de sesiones de TERP (Terapia Expresiva de la Risa Profunda).
Qué duda cabe que si tenemos sentido del humor podemos tomarnos la vida con otra perspectiva. Y que es sanísimo empezar por reírse de uno mismo. Sin embargo el interés de la risoterapia o de la TERP no es tener sentido del humor, ni fomentar una risa social. Se trata de utilizar la risa como instrumento de liberación y autoconocimiento, permitiendo que sea nuestro cuerpo el que tenga la palabra, dejándole expresarse sin trabas. Aprender a escuchar a nuestro propio cuerpo y permitir que se exprese sin que nuestro ego y sus creencias lo limiten es algo que hay que aprender. Llegar a ese estado de rendición necesita un tiempo de práctica, confianza en el entorno, en el grupo, y en el dinamizador de las sesiones de TERP.
La utilidad de la TERP es conocernos mejor y conocer mejor nuestras posibilidades y a partir de ahí, con ese mayor conocimiento permitirnos vivir de forma más libre. Muchas veces somos nosotros mismos los que nos limitamos en nuestra vida diaria.

Se trata de practicar sesiones de TERP de forma habitual, sesiones en las que entre otras cosas hay una dinámica de la risa, como instrumento de trabajo y liberación. Se moviliza nuestra energía corporal a través del movimiento guiado y se desatascan posibles nudos. Una sesión de TERP se inicia con cuatro fases de movimiento que consisten en:

                                                             Soltar-Conectar-Expandir- Ser.

A través del movimiento del cuerpo, siguiendo las pautas del dinamizador, se moviliza la energía y se conecta con la emoción, y se permite que surja sin límites ni corsés, y sobretodo sin juicios de valor.
El viaje de la Risa Profunda es un viaje hacía nuestro interior, que se consigue dándonos permiso.

Estamos habituados a trabajar desde la lógica, desde el pensamiento, limitados por nuestra educación y nuestras creencias. En la TERP y la risoterapia trabajamos desde lo corporal. Sesión a sesión vamos integrando el trabajo de irnos abandonando al cuerpo, con conciencia, dándole el poder al lenguaje corporal. En la TERP creamos un entorno seguro, donde el grupo sirve de espejo y de apoyo en tu aprendizaje. Para la risa hay que poner intención y atención.

Con la TERP tratamos de ampliar nuestras posibilidades en el día a día. Se trata de aprender cosas de nosotros en las que no hemos reparado y dejar atrás lo que no nos sirve, dejar un vacio para poder acoger a lo nuevo, que no es otra cosa que una versión más libre de nosotros mismos, y eso permite ampliar nuestras posibilidades. El objetivo es "darse cuenta", tomar conciencia y aceptar lo que es, y aceptar la propia capacidad de elegir en cada momento. La capacidad de elección nos hace humanos.
La capacidad de cambiar nuestra mirada nos permite el cambio.

En la TERP no se juzga, se experimenta con lo propio y se permite la experiencia, como forma de autoconocimiento. La mirada desde el corazón nos permite conectar con los demás y querernos un poquito más cada día.

Hay muchas prácticas para conseguir conocerse mejor. Es imprescindible para cualquiera de ellas darnos un tiempo y un espacio para cultivarlas. Y es imprescindible entrar en estados de calma y de quietud. Estar con nosotros mismos nos da mucho miedo y es una de las prácticas que a medida que vas practicando te permite vivir con mayor plenitud y lucidez. 

La TERP es un modo de llegar a esa calma, a través del movimiento corporal, la música, las dinámicas de grupo, y la Risa Profunda, esa que te atrapa y hace que no puedas parar de reir, y que no tiene un porqué, y sí un para qué, como una nueva via para el autoconocimiento, la calma y la salud.